domingo, 30 de mayo de 2010

Acoso y derribo.

La señálética no ha sido suficiente en este caso. Las máquinas de derribo no han respetado la señal de dirección prohibida que está junto al ya desaparecido emblemático edificio Los Gabrieles, del centro histórico de Logroño, donde tuvieron su sede entre otros el restaurante que llevaba el mismo nombre y el café Tívoli.

 

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